Eneatipo 8

Controladores, dominantes, agresivos, intimidantes, mandones… ¿Son así realmente los eneatipo 8?

Si queremos entender profundamente al eneatipo 8 hemos de tener claro cuál es su motivación vital: el deseo de sentirse fuerte y poderoso. Para satisfacer este deseo, utiliza como estrategia el esforzarse por generar poder, tener el mando, materializar sus metas y ser capaz de superar los objetivos.

Creo firmemente que el Eneatipo 8 es uno de los más maltratados del Eneagrama. No hay mayor maltrato que etiquetar de maltratador a una persona inocente. Al 8 se le suele tratar como al ogro, al malo, la persona agresiva, violenta.

Si sólo te has encontrado a Eneatipos 8 inmaduros o poco equilibrados, es normal que tu primera impresión de este eneatipo sea esa. Pero esos son los Ochos debiluchos, los que van de arrogantes, duros, agresivos. Van como de perdonavidas, mirando por encima del hombro al resto, menospreciando.

En estado de estrés los eneatipo 8 exageran esta búsqueda de poder, ser poderoso se convierte en ser agresivo, impositivo, mandón, intimidador y controlador. Al perder empatía, hacen lo que le da la gana y dicen lo que piensan – hacen daño y pasan por encima de los demás-.

Pero en una persona equilibrada, estos son momentos muy puntuales, cuando entran en estado de estrés y tienen miedo a sentirse débiles. Recordemos que el Eneatipo no hace a la persona, puedes ser una buena o mala persona independientemente de tu Eneatipo. Cada uno de nosotros tenemos el poder de decisión de si queremos potenciar las partes positivas o negativas de nuestro tipo de personalidad.

Generalmente, la mayor parte de los Ochos que he conocido, están en estado medio o sano. Son personas nobles, que quieren lo mejor para los demás, que se esfuerzan en expandirse, en mejorar, en avanzar en la vida, en luchar contra las dificultades, y sacar adelante proyectos y familias.

En estado sano y equilibrado, los 8 son personas asertivas, tienen las ideas claras de lo que quieren, les gusta adquirir el liderazgo de las situaciones, son personas enérgicas y protectores de los suyos. Son seguras de sí mismas, fuertes y capaces de imponerse. Protectoras, ingeniosas y decididas. En su mejor aspecto, los Ocho sanos se controlan, usan su fuerza para mejorar la vida de otras personas, volviéndose heroicos, magnánimos y a veces históricamente grandiosos.

Hay que tener en cuenta que, aunque los Ochos puedan tener un carácter duro o unas formas vehementes de comunicarse, no quiere decir que no escondan una gran sensibilidad dentro. A veces los 8 son como el hombre de hojalata que por fuera, como si se hubieran puesto una armadura, pero por dentro esconden un gran corazón.

De pequeño, como buen 6 social fui scout. Y en los scout teníamos un saludo o gesto en el que apoyábamos el pulgar encima del dedo meñique. Esto hacía referencia a que el fuerte protege al débil. Pues este sería el ideal de los Ochos, proteger con su fuerza a los que lo necesitan.

Claro, hay veces que los Ochos se pasan de proteger a los demás. Por una parte, te machacan y presionan, pero por otra no te dejan hacer nada, se encargan ellos de todo. Los Ochos muchas veces, metafóricamente hablando, deberían aprender a, en vez de salir a pescar y traer los peces; enseñar a la gente a pescar para que luego ellos sean capaces de cazar sus propios peces y no crear dependencias emocionales de crear inútiles a su alrededor.

En resumen, en estado desequilibrado, estresado e insano, la obsesión por mantener el poder se convierte en dominio y control de todo y de todos. Cuando los 8 sienten que pierden ese control, explotan como volcanes en erupción. Y son las personas de alrededor las que sufren la presión de sus estallidos de cólera.

Sin embargo, no hay que olvidarse de la parte positiva de los Eneatipos 8. La estrategia de esforzarse por ser poderoso significa ser fuerte, tirar para adelante, tomar el control de las situaciones, tener la iniciativa, superar los obstáculos que haya en el camino hasta conseguir lo que se quiere. No dejarse controlar por los demás, y perseverar en el logro de los objetivos.

Pues de muchas maneras: ayudándole a darse cuenta de sus puntos ciegos, desarrollar sus talentos, aclarar sus valores y virtudes, conectarle con su lado vulnerable de forma positiva, educar el autocontrol en sus estallidos de cólera, ayudarle a equilibrar las diferentes áreas de su vida a través del trabajo de desarrollo personal con las flechas (las líneas internas del eneagrama que le conectan con el 2 y con el 5)… y un largo etcétera.

El trabajo de desarrollo personal es el más importante, pero previamente se debe hacer un diagnóstico y análisis adecuado de lo que le pasa a la persona eneatipo 8 (también hay que saber su subtipo y sus características individuales temperamentales y morfológicas).